Hoy en día, hay muchas opciones culinarias y la posibilidad de obtener más información que puede informar sobre las elecciones alimentarias. Las redes sociales, en particular, han llamado recientemente la atención sobre los insectos comestibles en la cocina. Ser entomocultor parece una carrera prometedora.

La comida del futuro

Los seres humanos dependen de las proteínas para sobrevivir. Para la mayoría de los individuos, esto se traduce en comer carne. El ganado vacuno, el porcino y las aves de corral representan grandes reservas de proteínas, pero su explotación consume muchos recursos y tiene un importante impacto medioambiental negativo. Según los expertos, los métodos actuales de ganadería no podrán satisfacer las necesidades alimentarias del mundo. Se prevé que la población mundial alcance los 10.000 millones de personas en 2050. La cría de insectos comestibles ofrecería una oportunidad para superar esta escasez. Por lo tanto, esta inversión es una buena perspectiva de carrera.

Trabajando en nuevos gustos

El ingeniero de entomocultura o "entomocultor" trabaja en el desarrollo y la salud del cultivo de insectos comestibles. Sus responsabilidades requieren rigor, curiosidad y pasión por el trabajo al aire libre. Puede formarse en el oficio haciendo un curso especializado en la universidad o inscribiéndose en sitios educativos de este ámbito. También puede ser autodidacta. Romain Fessard inició en 2009 un primer espacio de venta de insectos comestibles, a raíz de su viaje a Tailandia. Luego fue imitado por muchos proyectos.

Una solución orgánica para muchos problemas

La profesión de entomocultor ofrece soluciones concretas a varios problemas como - Inseguridad alimentaria: los insectos comestibles son accesibles en todas partes para luchar contra el hambre. - El tratamiento inhumano del ganado: la entomocultura evita la crueldad con los animales y el uso de hormonas de crecimiento. - Deforestación: la cría de insectos evita la matanza de animales salvajes en favor de las tierras de cultivo. - Contaminación: Los fertilizantes e insecticidas fabricados en laboratorios destruyen el suelo, la capa de ozono y la salud de los seres vivos. - Recursos hídricos y terrestres: dos tercios del agua potable y más de un tercio de las tierras agrícolas se destinan a la ganadería. Con una población mundial en rápido crecimiento, es imperativo encontrar soluciones a este problema. - Salud: Los insectos comestibles son una verdadera fuente de proteínas animales. También contienen los nueve aminoácidos esenciales. Son una fibra prebiótica muy rica en antioxidantes. Contienen omegas, vitamina B12, calcio, zinc, hierro, etc.